El jaguar (Panthera onca) es el felino más grande que habita en América Latina (México, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Guyana Fran
El jaguar (Panthera onca) es el felino más grande que habita en América Latina (México, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Guyana Francesa, Guatemala, Venezuela, Guyana, Surinam, Paraguay, Colombia, Argentina, Perú, Bolivia, Brasil) y Panamá, también cuenta con una población de este animal, actualmente clasificado como en peligro dentro de la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) debido a la cacería, pérdida de su hábitat, y a la disminución de sus presas.
Ricardo Moreno, presidente de la Fundación Yaguará Panamá, organización científica dedicada a la conservación del jaguar y los bosques donde habitan, que están trabajando en tres ejes muy importantes para rescatar y conservar el jaguar en el país.
Según Moreno, de manera satelital monitorean las trampas y los collares con GPS varias especies como jaguares, pumas, ocelotes, puercos de monte, tapir, coyotes entre otros. A su vez mencionó que, el otro eje es la convivencia entre el ser humano y la vida silvestre. “Con este eje buscamos que las personas sepan aplicar medidas anti depredación, así que brindamos asistencia técnica y alternativas económicas”, explicó e hizo referencia del tercer eje, que es la educación, sensibilización y difusión.
El presidente de Yaguará señaló que en conjunto con el Ministerio de Ambiente (Mi Ambiente) y otras organizaciones trabajan en más de 40 sitios diferentes dentro del país que van desde la frontera con Costa Rica hasta la frontera con Colombia, a fin de observar cuál es la situación actual de este felino en todo el territorio nacional, así como también ver en qué estatus se encuentra la población del jaguar y de las otras especies que conviven con él.
Moreno también señaló que fue en 2017 que la organización y la entidad gubernamental firmaron un convenio de cooperación para la difusión de un programa para la conservación del jaguar y la gestión preventiva de conflictos ganadería-jaguar, un tratado que se encuentra vigente y se desarrolla en las áreas protegidas y zonas de amortiguamiento donde se registra la mayor cantidad de casos de muertes de jaguar por las personas.
“Con miras de mantener un abordaje más integral y asegurar la sostenibilidad a largo plazo hicimos esta iniciativa con Mi Ambiente y hasta la fecha hemos logrado atender entre 130 a 160 casos de conflictos en comunidades, evitando de esta manera la muerte de los jaguares en los momentos en que se puede. Además, brindamos atención y recomendaciones a la persona que está pasando por esa situación”, enfatizó Moreno.
También añadió que esta iniciativa ayudó a que en 2018 se lograra incorporar al Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), policía ambiental rural y turística para trabajar de la mano en la atención en el conflicto jaguar-humano.
“Como MiAmbiente está en todo el país, juntos podemos llegar a más personas”, puntualizó.
La alta riqueza que tuene Panamá como corredor biológico, permite el mantenimiento del jaguar o pantera. Se trata de una especie cuyas características de comportamiento y requerimientos necesita de amplias zonas territoriales que se disponen dentro y fuera de las áreas protegidas, y hasta de fronteras entre países.
Con el propósito de seguir divulgando la importancia de esta especie en peligro de extinción, Moreno reconoció que están trabajando con siete organizaciones de base comunitaria en diferentes zonas del país.
Gracias al valor que tiene este animal para los bosques de los países en mención, desde el 29 de noviembre de 2018 se conmemora el Día Internacional del Jaguar.
Proyectos
De acuerdo con Moreno, en 2016 se inició el proyecto ecoturismo como herramienta para la conservación y el monitoreo científico y participativo del jaguar en los parques nacionales de Chagres, Portobelo y Darién. “Ahora mismo estamos en ejecución del proyecto 2020-2022 sobre conservación del jaguar en paisajes dominados por la actividad humana, el cual es financiado por el servicio de pesca y vida silvestre de Estados Unidos.
Moreno, insiste que el 40% de su hábitat natural en Panamá se ha perdido y sus poblaciones están disminuyendo drásticamente por la escasez de sus presas naturales, el conflicto jaguar-ganadería, la cacería furtiva y el comercio ilegal. Actualmente este felino se encuentra catalogada en Peligro Crítico según la legislación nacional por el riesgo de su desaparición.
“Panamá es clave para la conservación del jaguar por ser la última y más estrecha porción del Corredor Biológico Mesoamericano que ha servido desde hace millones de años como puente terrestre natural entre América del Norte y América del Sur para las especies de vida silvestre. El jaguar es una de las especies más emblemáticas y carismáticas de los bosques tropicales. “Es una especie clave en la conservación de los ecosistemas y la salud del medio ambiente”, dijo.
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